Fotografía: Ángel Hernández Segura |
Hoy, sin ti,
quiere el alma vestirse de añoranzas;
a pesar de todos los pesares, lo sé yo y tú lo sabes,
-hay vacíos cual muerte presagiada-
no alcancé a llegar, ni tú a esperarme;
Ningún poema, se fue, nada pudo salvarla
y palabras que llenaron de gozo alguna tarde
son las solas alegrías que la acompañan.
Ella se fue, tierna caricia, generosa amante;
yo, temeroso de todo y de mí mismo,
diciendo en voz baja que la quiero... y cobarde,
sin poder ya saber cuánto he perdido,
la dejé que se fuera; eso bien lo sé yo... y ella lo sabe.
Ángel Hernández segura
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