Fotografía M.A.Martinench |
Quédate unos minutos más, no te vayas todavía,
recuerda los soles y verdes que un día conociste;
aún es posible asombrar las pupilas, cabe en nuestras vidas
un poco de magia, no te rindas, aún es posible
la mirada íntima, tu risa y mi risa. Quédate, dale al alba
una nueva ocasión, ofrece al frio una manta de pluma y caricias.
Aún guarda mi piel los senderos que tus dedos labraron;
no te des por vencida; aún sigue erizado mi vello
y sigue latiendo un secreto enterrado en arena de playa.
Remonta, revive, hay brotes de amor en las grietas del tiempo.
Ángel Hernández Segura