Fotografía: Á. Hernández Segura |
Hace tiempo que vivo en el tormento
de no poder quererte;
hace tiempo que está mi corazón
abandonado a su suerte.
Llueven horas de hastío y hay llamas
de infiernos presentes;
desclavo recuerdos, afilados chuzos
que mi pecho hieren.
Matizando sus brillos, dolorosas lágrimas
que nadie comprende.
Hace tiempo que está mi corazón
abandonado a su suerte.
Hoy me aferro al vacío que la noche ofrece;
hoy le queda a mi pena la mano
que la muerte tiende.
Queda un aire carente de voces serenas,
la terraza de tardes de rojos y azules
repleta de oscuros, la persiana agachada,
un cartel de “se vende un amor” en la puerta,
un reclamo al que nadie responde:
hay un hombre intentando escribir un poema.
Ángel Hernández segura
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