sábado, 28 de junio de 2014

Y SE AGOTAN MIS FUERZAS

Fotografía: Ángel Hernández Segura
Y SE AGOTAN MIS FUERZAS
Tú quieres huir, quieres desvanecerte
y mis fuerzas se agotan.
Tendré que soltar dulcemente tu mano
y ver como resbalas –tobogán de tiempo-
disipados mis ánimos.
Quise yo rescatarte –de la muerte a la vida-
pertrechado de fe
y olvidé que el olvido cobra fuerte su presa
que enraizaron tus pies en un fértil jardín
y se agotan mis fuerzas.
Tus palabras me hieren, tu silencio me hiela;
juega conmigo el aire removiéndolo todo,
hacen llorar mis ojos unos granos de arena.
Resisten mis brazos unos segundos más
recordando que un día te recorrieron toda,
mis oídos repiten cómo te estremecías.
Dieron fruto tus ramas y no estaba contigo,
aunque siempre te quise ya no sirve de nada.
Tú te quieres marchar y -agotadas mis fuerzas-
 dejo yo que te vayas.


Ángel Hernández Segura

martes, 24 de junio de 2014

AL SUR QUEDA UNA PLAYA

Fotografia: Ángel Hernández Segura
AL SUR QUEDA UNA PLAYA
Perdona si interrumpo tu tiempo entre las flores,
no escuches los rumores que llegan a tu oído,
ignora destinos que inmovilicen timones,
son sólo direcciones los tiempos sucedidos,
los cruces de caminos sólo son tentaciones,
lo cierto y relevante… que tú y yo nos quisimos.

Perdona si te digo que debes despertarte,
que vistas tu desnudo y peines tus cabellos;
olvida desalientos,  me urge que me ames,
prepara tu maleta, dirígete hacia el sueño 
de una estación cercana; abierto y expectante,
al sur vive un amor sediento de paseos.

Al sur queda una playa que nos recuerda a los dos,
que nunca se olvidó de nuestras toallas tendidas,
las manos fuerte asidas, las brisas del rubor;
alcanza ya ese tren, asiento en ventanilla,
deja aflorar la risa que un día me cautivó,
los rojos en tu pelo, el brillo en tus mejillas.

Mis brazos ya te esperan, disipa tus miedos.
Como si nada existiera encamínate a mí.
Lubricados de lluvia, llegan pasos pequeños,
parecen primaveras lo que siento por ti,
las veletas indican que se acerca tu viento.
¡Que se acorten las sombras y aparezcas por fin!


Ángel Hernández Segura

martes, 17 de junio de 2014

NUNCA SERÁ TARDE

Fotografia de Ángel Hernández Segura
NUNCA SERÁ TARDE
Clamo al cielo por una vez más.
Nunca será tarde.
Conocerte en el preciso instante,
volver a nacer en el mismo lugar,
y decir “aquí estoy”. Caminar
-nunca será tarde-
un camino a tu lado. Decidir
no dejarte marchar y sembrar
de vida los campos. Compartir
-nunca será tarde-
las puestas de sol y los blancos
que centellean las noches. Amarte
como todo y parte, como único fin,
-nunca será tarde-
entregarme como el agua al aire,
recibirte como el nido al pájaro,
abrazarte y ser abrazado. Contemplar
-nunca será tarde-
la belleza pura. Escuchar
silencios y cantos.


Ángel Hernández Segura

domingo, 15 de junio de 2014

LLANTO SECO

Fotografia: Ángel Hernández Segura
LLANTO SECO
Le mató el cansancio y la apatía;
aunque en su llanto llora
sin lágrimas de agua,
en su duelo seco ¡Cuánto la extraña!
No murió porque llegó su hora,
era pronto todavia.
Ella tenia su mundo, un jardin, un perro,
un marido y una copa de vino
algún que otro día.
Recibia versos de vez en cuando;
ese viejo amor aún la quería.
Hizo gran mella su certera indecisión.
Preguntas, porqués, no tienen sentido,
la palabra FIN es absoluta,
dicha o pensada ya da lo mismo,
ella se fue o él la dejó.
Hoy llora él, quizás ayer... ella lloró.


Ángel Hernández Segura

jueves, 12 de junio de 2014

PURULLENA

PURULLENA
Hombres, sudor, negros pañuelos, sol de verano,
polvo, trilla sobre la era, mulos y trigo,
el cansancio, tardes de sillas, copas de pino
y juncos altivos que al viento se iban cimbreando,

El rio Fardes, el cine Avenida, la rambla,
Plaza La Cruz, calle del horno, el Barrio Alto,
niños jugando a la correa, Barrio Bajo,
el boticario, las juanolas, el bar Parada.

Se deslizaba mi infancia, frescor de cántaro,
por sinuoso tobogan de arcilla humedecida,
acequia clara, escuela, secano, agua bendita.
lomos de burro, aguaderas de rudo esparto.

Se viene repitiendo un aire en mis mañanas,
olor de lápices y nostalgia de membrillos,
blancos de cal, cañada entre los cerros, tomillo,
amarillo en los priscos de esencias maduradas,

Aceite, azúcar, arenques y mantecados,
recuerdo misas y ángeles, -“apunta Laura"-,
la pepuilla, los finos modos de tia Natalia,
 sed de botijo y tierra presa de su pasado.

Angelita, Ana, Carmencita..., en el portal
borda mi hermana flores y letras para su  ajuar
y para mí novias de hilo, que si muy guapa,
que si sus ojos, que si su pelo, que si apañá.

Don Jacobo, mi amigo Claudio, Diego el gitano,
los caquis del kiosco, el tute, bar “Los amigos”,
mi padre declamando, -“ Pepe, trae un vino”-,
las diez de últimas, Hernández, Lorca, Machado.

Barrotes, tos, ponche de huevo, noches de cueva,
dia de trastienda con palomar y gallinero,
el portalón, el carrimoto, cabra, conejos,
pan con azúcar, brazos de madre, candil y velas.


Ángel Hernández Segura