domingo, 29 de septiembre de 2013

MI HAMBRE

              MI HAMBRE

Me gustaría ver tus senos amorosos;
andan mis ojos hambrientos de poesía,
andan mis dedos huérfanos de antojos
y no me alumbra la luz de cada día;
yo quiero amor de la flor de tus tetillas
y el dulce néctar de tus soles blancos,
la mirada fija de tus tristes ojos
y el “te quiero” firme de tus finos labios;
quiero el “te quiero”, el “te quiero tanto”
repetido siempre hasta saciar mi hambre.

Ángel Hernández Segura

miércoles, 25 de septiembre de 2013

NO QUIERO MORIR


NO QUIERO MORIR
Alguien antes que yo, sintiéndose como yo me siento hoy,
tuvo que inventar el alma, tuvo que creer en algo eterno
para no imaginar su decadencia y su extinción.
Alguien por miedo, por egoísmo… no se me ocurre por qué más
-lo de la fe lo inventaron otros- tuvo que creer que más allá
de lo que veo, huelo, toco y percibo se esconde un infinito
ahora intangible, interminable, un paraíso,
un sueño inimaginable tantas veces deseado.
Alguien antes que yo, en la misma agonía que yo,
con el mismo miedo o tal vez más que mi miedo,
pudo dibujar un posible inextinguible y a él me aferro
viendo mi cansancio, viendo mi final.
No quiero que concluya por el simple paso del tiempo
algo que a pesar de su pena nunca ha cesado de crecer.
He de cogerme a ese hierro incandescente, a ese hielo,
a esa nube para seguir estando, para seguir con mis recuerdos vivos,
para seguir pensando versos,
No quiero morir.
No quiero morir.
No quiero morir.


Ángel Hernández Segura

martes, 30 de julio de 2013

GRIS Y TARDE

Fotografía: Sigrid Hernández

GRIS Y TARDE
Si estás ahí, no aguardes que una sombra te delate;
muéstrate tú, señala claramente tu presencia,
esculpe en mis pupilas una figura de luz y transparencia.
Extiende tus brazos cual raíles conductores de promesas,
salvadores de este tren en su vía muerta.
pues llegas como la lluvia cuando llega
en desesperado intento redentor, a la tierra sedienta de mi espera.
Ángel Hernández Segura

martes, 14 de mayo de 2013

EN TU NOMBRE

S
          EN TU NOMBRE

Si no existe en tu nombre la S no digas nada;
empiezan los Sueños así
y así mismo acaban los cuentos de hadaS,
pero no digas nada
si no está en tu nombre esa letra,
que siga tu verbo en su pausa;
yo, tal como vine, me iré -breve estancia-
a la espera de luz y de labios... y de algunas palabras.

Ángel Hernández Segura

jueves, 2 de mayo de 2013

EL ROSTRO AZUL


Fotografia: Ángel Hernández Segura

EL ROSTRO AZUL
Desorientados, contrapuestos,
realidad y recuerdos se debaten.
Ha canjeado el paisaje gris por verde,
recto por sinuoso, seco por húmedo y transparente.
Sólo permanece igual – o al menos a mí me lo parece-
la engañosa línea horizontal que veo desde la playa,
mar a  lo lejos, memoria inquebrantable.
La casa pequeña ha envejecido,
se ha poblado en aparente desorden el jardín,
aparecieron grietas en el rostro azul
de las contraventanas de madera
y se ha oxidado el hierro de las rejas y barandas.
Bloqueado al fin el cierre de la puerta de acceso,
el polvo del camino, el olor antes a fresco…
ahora son asfalto y cementerio de sueños.
Ángel Hernández Segura

martes, 23 de abril de 2013

VERMELL


VERMELL
Un llibre, una paraula, un pensament,
una flor vinguda del no res,
una idea nascuda en el teu nom,
un esquitx, un aroma, un sentiment,
un amor que no dorm i que ara es ple
de un desig, de un bonic i viu color.

Dies n’hi hauran de llums i alguns de plors,
però avui, filla meva, has de saber
que aquest cor, com la flor, vermell també,
te per fita donar-te el seu calor,
es desviu per la tendresa del teu gest,
i avui vol... que t’ho diguin les paraules i els rosers.
.
Per Sigrid, el dia de Sant Jordi
23 de Abril de 2004
El teu pare

Ángel Hernández segura

viernes, 22 de febrero de 2013

DESAHUCIADO

Desde este blog quiero constatar toda mi admiración y apoyo a la dura tarea que  la PLATAFORMA DE AFECTADOS POR LA HIPOTECA (PAH) viene desarrollando en favor de tantas personas que sufren injustamente las consecuencias de la ambición especulativa. Una lucha sin duda desigual, pero no hemos de olvidar que este es el país de Quijotes y Sanchos y que, si se persevera, los molinos también pueden vencerse.
¡SÍ SE PUEDE!
Fotografía: Ángel Hernández Segura
DESAHUCIADO
Cuando la pobreza duele y queda sólo el consuelo
de llevarse a la boca el veneno de un cigarrillo,
quién puede negarle ese filtro que sostienen sus dedos
mientras los labios se arrugan y los dientes se aprietan
rompiendo  con humo la monotonía , el tedio
del paso de las horas, los días sin que nada suceda.
Prende otro  cigarro, desencajado el  gesto.
Lleva  puestos los viejos zapatos y la ropa de trabajo
que hace mucho tiempo desgastó, como si presto
estuviese  a volver. Pero no, va para tres años.
¿Quién ha de reprocharle sus largos silencios,
sus modales toscos,  su caminar cansado?
No fumes, es malo, sólo es un mal sueño.
Pero siguen matando, cómplices del humo, la hipoteca, el paro.
Si llega mañana, si nadie lo impide, habrá lanzamiento.
Mañana el desahucio...  ¡Malditos los bancos!
Se siente cobarde.  El, que irguió hasta el cielo
acero y cristal desde los solares, ahora no es nadie.
Baila su tabaco, malabarista e inquieto.
No fumes, es malo…  ¡Malditos mercados!
¿Y qué hago mañana? ¿Qué techo, qué fuego?
¿Qué aire respiro?  Otro cigarrillo ahoga su llanto.
Muere más deprisa, lo sabe, pero no hay lamento,
tiene decidido que todo se acabe. Se siente vencido.
Si llega mañana, si nadie lo impide, habrá lanzamiento.
Exhalará el humo, caerá una colilla, perderá la vida desde el piso cuarto.
En los pocos segundos de su caída maldecirá al gobierno,
maldecirá  su suerte y, por última vez, maldecirá  los bancos.
Ángel Hernández Segura

domingo, 17 de febrero de 2013

ALMENDROS EN ENERO

Fotografía: Ángel Hernández Segura
ALMENDROS EN ENERO
De los almendros preñados de morado y blanco
supe que llegabas, a pesar del frio.
Enero sin atuendos, como un niño inquieto,
ofrece inocente su primer vestido.
Los días del invierno reclaman las horas
que el hombre y las prisas roban cada estío.
Los cielos pergeñan ocres y naranjas,
rememorando instantes que ya nunca olvido:
Los largos paseos de nuestra inocencia,
los dedos cautivos de nuestra ternura, los besos furtivos,
 las cartas henchidas de prosa y de verso,
la alfombra tendida de roca y arena, el camino
que se repetía un día tras otro. Promesas.
Se alarga la tarde, aflora tu presencia. Te escribo.
Cuando leas esta carta te habré dejado de querer.
Necesito poner una fecha, un cartel, cualquier signo
que señale este hecho, el suceso frontera que marque
la aduana infranqueable, el instante preciso
entre antes y ahora; un neón gigante
que destelle “ya no la quiero” con colores vivos.
Así,  cuando brote de nuevo la flor del almendro,
ignoraré su luz, haré caso omiso a su brillo,
miraré a otra parte, huiré de su embrujo
y repetiré por dentro “Nunca la he querido”.
“Nunca la he querido”.
“Nunca la he querido”.

Ángel Hernández Segura

sábado, 26 de enero de 2013

QUERER ES QUERER

QUERER ES QUERER
Vengo de un lugar, de lugares, de un tiempo
que marcan los trazos de pequeños recuerdos.
Vengo de muy lejos, de distintas edades,
de mundos que nunca entendí, buscando mi encaje.
Lento movimiento, tomillo, arcilla de los cerros,
noches de infancia en la cueva, trigo en la era,
libre como nadie, por la cañada corriendo,
flores a María, Padrenuestro en la escuela,
olor de lápices en la cartera. Toda una vida
persiguiendo una luz que tal vez no existiera.
He creído llegar, por momentos,
al lugar señalado en mis mapas de sueños
y ese instante -tan breve y eterno- he sido feliz.
Correr y alcanzar, tener y perder, abrazar un destino
que juega a ganar y a humillarte, tener por rival
a quien sabe lo que ha de venir y aún así
ser capaz de luchar a sabiendas del triste final.
Agua  mansa y lejana de acequia y agua revuelta de mar;
fatal desengaño, fuerza finita en mis brazos,
descubrir el final del final y llorar… y llorar;
deslizarme por un tobogán lubricado de lágrimas.
Nada duele más que tener que marchar
justo cuando empiezas a saber de vinos,
ahora que aliñas los platos con la justa sal,
ahora que duelen las cosas de otra manera,
ahora que te ves capaz de cambiar de rumbo,
ahora que se funden en un solo ser verdad y quimera,
 ahora que la siento posible y tan cerca,
ahora que sé que querer es querer de distinta manera.

Ángel Hernández Segura