domingo, 19 de junio de 2016

EN EL CALLEJÓN DE TU MIRADA

Fotografía: Ángel Hernández Segura

EN EL CALLEJÓN DE TU MIRADA

Yo iba “a mí qué me importa”, camisa blanca,
tú lucías un moderno corte de pelo;
yo, largo en pamplinas y finos verbos,
tú, inmune a todo, parca en palabras.

Han pasado los años, sigue presente
el olor a hierba frente a tu casa
al darme de bruces con la mirada
del callejón de tus ojos verdes.

En seguir tus pasos puse mi empeño;
yo iba y venía, tú regresabas,
algo ceñido un azul tejano, zapatillas claras,
cruzado al hombro un bolso de cuero.

Sin pretenderlo me enamoraba,
torpes intentos de bar y fiesta,
eran revuelo, mi tiempo y meta
las primaveras que atesorabas.

Quise yo entonces, necesitaba,
poner un nombre a esa figura
y fue esa noche cuando la luna
abrió el secreto que tú guardabas.

Desde entonces, prisionero para siempre,
en la noche de mis sueños sin palabras,
perdido en el callejón de tu mirada,
conviven mis silencios y tus ojos verdes.

Ángel Hernández Segura

sábado, 4 de junio de 2016

ACACIAS



ACACIAS

Han llegado las acacias, dulce néctar suspendido.
Han llegado las acacias con sus campanillas blancas.
Llegaron las esperanzas vestidas de primavera,
cuando más las requería, como una fruta temprana.
Vinieron a recordarme cosas de cuando era un niño,
colgando dulces sarcillos donde antes no había nada.
A la puerta de mi casa abril llegaba florido
y volvían a cobrar vida ramas secas y agrietadas.
Ordeñaba los racimos y los llevaba a mi boca;
eran tiernos caramelos que en mis manos rebosaban.
Hay susurro entre los olmos que se asomaban al Fardes,
cuando me faltan las fuerzas llega música de agua,
el camino con la carga que acarreaban los mulos,
el tintineo de la acequia, esa en la que jugaba.
Busco paz en los recuerdos de tomillo y de romero,
el sol quema los pañuelos, los hombres sudan y cantan;
gritan, corren, se divierten inocentes en sus juegos,
los niños sólo son niños, ser niño es cosa del alma.

Ángel Hernández Segura