S
EN TU NOMBRE
Si no existe en tu nombre la S no digas nada;
empiezan los Sueños así
y así mismo acaban los cuentos de hadaS,
pero no digas nada
si no está en tu nombre esa letra,
que siga tu verbo en su pausa;
yo, tal como vine, me iré -breve estancia-
a la espera de luz y de labios... y de algunas palabras.
Ángel Hernández Segura