![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh03vjDWauxdVKeBpvRXUo0zhaSx_CuIsvnol5zwJZe9sIZmP3P17tmFqGI-ZNjdIvom2Qq3hkgyEgAeQ3ofnMgUhiYV8gZlC2vQewzvIVC3BvONL_jfN4bGG8611d0FkBogTHEj6V3ndc/s640/IMG00451-20110403-1156.jpg) |
Fotografía: Á. Hernández Segura |
HAY POEMAS, HAY PALABRAS
Hay poemas acabados,
dormidos,
comenzados,
sosegados,
contenidos;
hay versos de colores muy tempranos
y hay otros de tarde oscurecidos;
hay algunos por lunas alumbrados
y otros por un sol embravecidos;
hay poemas agachados,
dando saltos,
quietecitos;
hay poemas como manos
con los dedos encogidos,
cual abrazo con los brazos recogidos.
Hay estrofas que dicen cuando acaban
lo que nunca antes se ha dicho.
A pesar de que nunca existió un juicio,
hay siempre un preso que clama;
hay cárcel, carcelero y, muy a su pesar,
hay palabras perpetuamente condenadas.
Ángel Hernández Segura