Fotografía: Á, Hernandez Segura |
MI MADRE BUENA
Estando tú, son las primaveras de colores,
los cielos se colman de ternura,
y, sabedores de tu paz y tu hermosura,
se visten los caminos de mil de flores.
Estando tú, mi madre buena,
rojos, blancos y amarillos
y todos los aromas vivos
emergen del verde y de la tierra .
Madre, cuando yo te pienso,
se llenan los aires de pájaros
rebosa la fuente de agua,
se llena de vida el almendro,
Recorro mi infancia en segundos,
me siento yo un niño pequeño
se tiende a tu sombra mi prisa
y se duerme en tus brazos mi sueño.
Ay, madre, que te quiero tanto;
ay, madre, cuánto te quiero.
Ángel Hernández Segura
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