NO QUIERO MORIR
Alguien antes que yo,
sintiéndose como yo me siento hoy,
tuvo que inventar el
alma, tuvo que creer en algo eterno
para no imaginar su decadencia y su extinción.
Alguien por miedo, por egoísmo… no se me
ocurre por qué más
-lo de la fe lo inventaron otros- tuvo que
creer que más allá
de lo que veo, huelo,
toco y percibo se esconde un infinito
ahora intangible,
interminable, un paraíso,
un sueño inimaginable tantas veces deseado.
Alguien antes que yo, en
la misma agonía que yo,
con el mismo miedo o tal
vez más que mi miedo,
pudo dibujar un posible inextinguible y a él
me aferro
viendo mi cansancio,
viendo mi final.
No quiero que concluya por el simple paso del
tiempo
algo que a pesar de su pena nunca ha cesado de
crecer.
He de cogerme a ese hierro incandescente, a
ese hielo,
a esa nube para seguir
estando, para seguir con mis recuerdos vivos,
para seguir pensando
versos,
No quiero morir.
No quiero morir.
No quiero morir.
Ángel Hernández Segura
la poésie est éternelle
ResponderEliminartoi aussi, tu brilles et tu brilleras encore et encore