Bésame pues,
mímame antes de que duerma,
deposita en la alforja de mi sueño
tu alma llena de ternura;
quiéreme antes y luego,
durante y después;
bésame aunque yo no te lo pida,
aunque aparente no quererlo,
abrázame a mi pesar,
dame tu aliento,
concédeme la vida,
otórgame tu amor por decreto;
tú, sólo tú
sabes cuánto te necesito.
Ángel Hernández Segura
¡¡¡Qué lindo...!!! Sigue, que te está quedando precioso.
ResponderEliminarAunque no es un beso mío el que solicitas, aquí te dejo uno para cuando lo necesites.
ResponderEliminarY de paso, si nos topamos por ahí, ya sabes, cuéntame qué tal estás.